Relato de un golpe racista cocinado durante meses
Nueve días después de la renuncia forzada de su presidente constitucional Evo Morales, Bolivia se
duele de 28 muertos y 750 heridos por bala. El conteo incluye las seis personas muertas este 19 de
noviembre de 2019 en la zona de Senkata (ciudad de El Alto), y también los tres miembros de las facciones cívicas opositoras que murieron en choques entre cívicos y oficialistas a partir del 21 de octubre tras las elecciones presidenciales. Entre los muertos también se cuentan dos policías: uno fallecido en un accidente de moto en medio de una operación represiva, y otro recientemente fallecido, en el hospital, como secuela de la golpiza que recibiera de manos de una multitud.