Inflación: ¿matarán al enfermo para bajarle la fiebre? por Juan Torres López
Igual que Don Quijote creía que bastaban un par de tragos de bálsamo de Fierabrás para que las dos partes de su cuerpo seccionado volvieran a unirse sanas y salvas, los bancos centrales y muchos economistas creen que la inflación que estamos sufriendo se puede combatir con el simple bálsamo de la subida de tipos de interés. Otra tremenda ingenuidad.
La concepción de la inflación que guía la actuación de los bancos centrales se basa en considerarla como un fenómeno monetario producido porque existe un exceso de demanda de dinero como consecuencia de que hay más demanda de bienes y servicios que oferta. En consecuencia, para frenar la subida de los precios bastaría con restringir la disponibilidad de medios de pago, algo relativamente fácil de conseguir subiendo su precio, los tipos de interés. Al hacerlo, se hace más caro disponer de dinero y así bajan el consumo de los hogares y la inversión.