Al ajuste hay que llamarlo ajuste por Rolando Astarita
Por estos días, dirigentes y partidos de izquierda (en particular, del FIT) caracterizaron correctamente lo
que significa la suspensión de la movilidad jubilatoria dispuesta por la “Ley de Solidaridad y Reactivación
Productiva”: es una disminución de los ingresos, en términos reales, de los haberes jubilatorios,
considerados en su totalidad. O lo que popularmente se conoce como un “ajuste”. La misma suba de los
precios de los bonos de la deuda (algunos subieron un 30%) es una expresión de la lectura correcta que
también hicieron los acreedores: si los ingresos de los jubilados se reducen, habrá más fondos para el
servicio de la deuda.